lunes, 20 de julio de 2009

Dios Santo ¡La Muerte!

Debió de proferir alguna señora, algo religiosa, mientras paseaba por La Travessera de Gràcia de Barcelona. ¿Qué es lo que vio? ¿al Maligno? ¿una manifestación catalana de las caras de Bélmez? ¿a Rovira?... un auténtico enigma.

En el bajo de una fachada, podemos leer: KEEP OUT, Peligro de muerte, un cristo crucificado sin crucifijo nos espera antes de entrar, candelabros con cadenas y una cámara grabando nuestros movimientos. ¿Qué nos depara un lugar así? y más concretamente, ¿Quién nos depara en su interior? demasiadas preguntas que se resuelven rápidamente al entrar. Estamos ante el Atelier de la Muerte Negra... un taller de ropa y complementos relacionados con "La Parca", muy al estilo iberoamericano, como es natural, ya que el dueño es un venezolano, de nombre Otilio Salazar. Por las descripciones, uno no puede dejar de evocar la típicas películas donde algaradas callejeras por algún pueblo de Méjico mostraban figuras relacionadas con los difuntos y su entorno (como en "The Arrival"). Del mismo modo que el Vudú tiene sus propias marcas identificativas, La muerte en Latinoamérica parece despertar mucho interés, pero he de reconocer que el tratamiento allí siempre me ha parecido más festivo que tétrico, al contrario que ocurre con el Vudú, al cual respeto más por miedo que otra cosa, probablemente también debido al cine (como en "Live and Let Die").

El único villano Bond que me ha transmitido mal rollo

Al ser entrevistado, comprobamos que no es necesario temer aquel lugar. El negocio parece respetable y el dueño se presta a responder algunas preguntas a El Periódico, donde deja claras sus intenciones.

Siempre he creído que cuando uno siente afinidad por un estilo, un modo de vestir, una música, lo que sea, lo disfruta por si mismo, para uno mismo y compartir con otra gente con la que encontrar un vínculo, pero siempre ha habido "peña" más centrada en llamar la atención o escandalizar. Y eso no es del todo malo, llamar la atención es una cualidad muy frecuente entre adolescentes, pero de ahí a hacer un negocio porque nos encanta cómo las señoras se escandalizan, no se yo. Reconozco que detesto lo prefabricado, lo dirigido al "vulgo", las tiendas que se basan en franquicias como la Rosa Negra, donde es tan fácil hacerse con una figura de un dragón de metal cromado o una "puta" hada (lo siento, odio a las hadas), o una de esas tiendas del centro de Madrid donde comprar un abrigo de cuero largo, a un precio desorbitado. Lugares con "Cero" de originalidad, pero dispuestos a clavarte con sus precios.

Al menos este taller parece algo más personal. Eso de encargar un traje con motivos mortuorios o alguna figura relacionada con el tema, puede tener su aquel, pero sigo pensando que los motivos que mueven a este tipo no me resultan muy convincentes. Por lo visto sufrió un trauma al ver a su difunto padre con 11 años, hasta ahí es comprensible, pero afirmaciones del tipo:

"No me gustaría morirme ahora, porque tengo muchos proyectos, pero lo aceptaría. No le temo"

Me encanta el uso del condicional, una vez la muerte nos ha visitado. Es decir, si me muero, luego, voy y lo acepto. Pues amigo Otilio, no te van a quedar más cojones, porque cuando uno mueres, dudo mucho que empiece en ese momento un reality donde un señor te pregunta tu opinión acerca de palmar y cuales son tus nuevos objetivos.

"La gente está acostumbrada a vivir de espaldas a la muerte y no ve que forma parte de la vida"

A mi me gusta más vivir de costado a ella,... aunque sigo pensando que la muerte forma parte de la muerte, ya que es el fin de la vida, en todo caso, todo forma parte de un ciclo que va unido, forma parte de la existencia, pero la muerte desde luego no forma parte de la vida, ya que es el fin de esta.

"Me gusta que me miren, llamar la atención y que la gente se fije en mi trabajo"

A parte del tono frívolo, con un ligero cambio, la cosa no habría sonado tan a muñeca de barbie enseñando modelitos. "Me gusta que me identifiquen por mi trabajo, a parte de un negocio es una forma de vida y me gusta que la gente lo note".

"No hay nada mejor que dormir ahí. No te puedes mover y, cuando cierras la tapa, nadie te despierta" (referido a su afición sobre dormir en ataúdes).

Tan sólo imaginar la escena de que encuentren el ataúd cerrado y se lo lleven a la morgue, me hace esbozar una sonrisa picarona.

Cierto es que estoy siendo algo puntilloso comentando sus declaraciones, aunque siempre desde el humor bunkero, pero el taller este, según las descripciones que he podido leer, no termina de convencerme y creo que se debe al enfoque. Haber elegido varios estilos, mezclados, en lugar de uno sólo, creo que con ello incitamos a la desconfianza y al rechazo, por una imagen de desconocimiento del medio. Es precisamente en los locales y franquicias a las que he hecho referencia, donde se suele lanzar el negocio a muchos apartados, enrevesándolo y covirtiéndolo en una amalgama, sin especialización, provocando un descenso drástico en la calidad, y un aumento en la probabilidad de encontrar esos mismos productos en más de un sitio.

Aquí en el Bunker, tocamos muchos palos, pero no mezclamos a lo loco para llamar su atención, ¿o quizá si?
Por cierto, si alguien se atreve a visitar a este Venezolano, que nos lo haga saber y muestre sus impresiones en los comentarios.

Difuntos Saludos

6 comentarios:

Doctor Proctor dijo...

La muerte está taaaaaaaaaaaaan de moda...

Lengua Negra dijo...

Pues ya ves. Otro capricho de niño rico como los talleres que hay por los alrededores de Malasaña.

Lo que me gustaría saber es cuanto vende, cómo lo vende y a quién. Lo digo porque no me entra en la cabeza que un tipo así saque un negocio adelante sin la ayuda de factores desconocidos para nosotros. Quizá sea una ayuda desde el más allá! Aunque me da que son ayudas del más acá...

En fin... Un tío bastante "emo" y un poco bocazas porque eso de decir que dormir en un ataúd es cómodo... Ese tío no ha pasado más de 6 horas durmiendo en un ataúd en su vida.

PD: ¿Difuntos Saludos? XD

Doctor Proctor dijo...

Esos guiños... ¡¡que se os ve el plumero!! XD

Lengua Negra dijo...

"Cállate, idiota". XD

Anónimo dijo...

Lo único que vende nuestro amigo Otilio son gilipolleces y cerveza. Tiene montado un bar ilegal y da fiestas que los vecinos no podemos dormir. Qué se muera ya.

Anónimo dijo...

Este imbécil vivía muy cerca de nosotros en la urbanización El Marqués.... en Caracas, Venezuela. Siempre quiso enseñar que era muy diferente.... pintando swastikas en los muros de las casas aunque....de ario el no tiene nada...no tiene cultura...sino que cree que el es "muy diferente" .....un grandísimo imbécil.....así lo recuerdo