Ni en el blog que montaron en torno a la colección de cromos Monstruos Diábolicos, lograron demostrar la existencia del mítico (¡mitológico!) cromo 31: ¡El Carroñero!
Yo realmente pensaba que el cromo no existía, que era una leyenda urbana para niños. Un señuelo para seguir comprando sobres de cromos hasta la eternidad con la esperanza de conseguir terminar la colección.Y un buen día, y sin saber ni como ni donde, ¡¡el cromo aparece!! Y era más o menos como lo describían: plateado y con el premio escrito encima (te daban el Madelman a cambio de la colección completa, o del cromo en sí). Cuando te describían el Carroñero te sentías como el pueblerino que escuchaba las historias del explorador describiendo a las sirenas y los dragones que había visto cruzando los siete mares.
¡Niños, esto es como ver a un pájaro dodo vivo!
¡Niños, esto es como ver a un pájaro dodo vivo!
2 comentarios:
el unicornio de marte, se puede dar por muerto! le voy a dar una patada en su sagrado agujero...
Fdo: el payaso.
Directo, sin paradas, al mismísimo infierno...
Publicar un comentario