jueves, 19 de febrero de 2009

Erecciones primarias

Aunque no sea comparable, hay un extraño paralelismo entre el primer periodo de una púber y la primera erección de la que somos conscientes de niños. A la niña se le dice aquello tan manido de “ahora ya eres toda una mujercita” y aunque a nosotros nos dicen el equivalente cuando perdemos la virginidad, esa primera erección es un extraño primer encuentro con nuestra masculinidad y la sexualidad en sí. Seguramente no sepas muy bien que fin tiene esa transformación genital pero ya sabes que algo hay. Descubres un objeto de deseo y esa nueva sensación que produce el contemplarlo o incluso tocarlo.

Mientras la menstruación se celebra en casa con sutiles gestos de afecto y complicidad, nuestra monstruación es un evento esencialmente individual y privado. Normalmente por pudor y desconcierto, ninguno de nosotros hace público lo púbico, quedando para nosotros el descubrimiento de que aquello que tenemos entre las piernas no sólo sirve para regar arbustos.

Hoy ha llegado el momento de desclasificar nuestros más primarios recuerdos, en este venéreo post.


Lengua Negra

Sin lugar a dudas, mis primeros picores fueron absolutamente proféticos de cara a mi particular universo fetichista y mis preferencias amorosas en general.

La primera erección de la que fui consciente, fue delante de mi niñera, es decir, la televisión. Estaba sentado en el suelo frente a la pantalla exactamente igual que el protagonista de “Sigue Soñando” cuando pasaron una escena donde dos personajes se enrollaban en un descansillo junto o dentro de un ascensor.

La chica que aparecía era, o Alaska, o una muy parecida a tenor de sus pintas de punk de La Movida. Vete a saber si vi una película de Almodóvar o alguna serie tipo “Brigada Central” pero el caso es que aquello no podía ser más cronenberiano: excitado frente a los rayos catódicos, magnetizado por las tórridas hondas, con burbujas en el estómago y una prominente erección bajo la ropa.

Tras esta anónima punk, llegaron otras culebras de mala vida y ficción, como Clara de Noche o Linnea Quigley en “El Regreso de los Muertos Vivientes”. Tened en cuenta que en aquellos tiempos, mi acceso a la literatura o el cine eróticos eran más que limitados, y hasta que descubrí el cine de medianoche en Tele 5, un comic de “El Jueves” y un gore del videoclub fueron mis primeros encuentros, totalmente fortuitos, con el desnudo femenino. Una prostituta heredera de Betty Page y el streaptease integral de una Scream Queen de húmedas fantasías necrófilas destacan entre las primeras fantasías con rostro reconocible que alborotaron mi biología. ¡Larga vida a la nueva carne!


Toniiiight, we´ll make love until we diiieee


Doctor Proctor

La televisión, como dice mi compañero Lengua Negra, ha sido niñera involuntaria de toda una generación de los que ahora somos jóvenes adultos y actual clase dominante del país. A nosotros está orientada toda la publicidad que puebla nuestras televisiones, marquesinas, prensa, Internet, etc., y que, como nos hemos encargado de señalar en más de una ocasión en el Bunker, está cargada de referencias frikis, en su mayoría de las que marcaron nuestra infancia. Por ello, y como no podría ser de otra manera, mi primer contacto “activo” y “palpable” con el atractivo que provoca el género femenino fue con la adolescente Jennifer Connelly que protagonizó "Dentro del Laberinto"… Esperen, ¿o esto fue con David Bowie? No, no, fue con Jennifer, durante uno de los miles de visionados privados que me hacía de una copia de la película grabada directamente de la TV. No sé que pudo ser, si su inmaculada inocencia al enfrentarse a tanto bicho extraño y peludo o la manera de huir de las mallas marcapaquete y del mullet cardado que llevaba el Duque Blanco, pero el caso es que verla pronunciar lo de “Ojalá venga el rey de los Goblins y se te lleve” me ponía muy palot. Pero mucho, y en principio, claro está, no sabía el porqué, pero al poco tiempo y gracias a la “sutil” guía de esos compañeros de clase que tienen hermanos mayores y que por tanto están más maleados, me enteré con "pelos" y "señales" (y nunca mejor dicho) de ese porqué. Pero lo que tenía muy claro desde el principio es que David Bowie me ponía muy nervioso, que iba detrás de mi Jennifer cuando el muy jodío tenía edad para haber sido su padre…


Devuélveme a mi chica


Y el caso es que debe ser que las pelis de Jim Henson producían algún tipo de fijación parafílica con sus personajes, ya que tengo un conocido cuyos primeros sueños eróticos los protagonizaba la Gelfling Kira, de "Cristal Oscuro" (verídico). ¿Se imaginan un caso más extremo de…? No sé ni como llamarlo… ¿¿MUÑECOFÍLIA?? Enfermizo…

Y me ha pasado que según estaba escribiendo esto, recordé como les gustaba a mis padres "Porky's" y la de veces que me la habré tragado (la película) a una edad relatívamente temprana, o sea que imagínense el palotismo que me causaba aquel filme erótico-festivo, sobre todo la escena de Pee Wee y compañía espiando las duchas de las chicas, la parte de Chichi Forever fingiendo un orgasmo y, sobre todo, el polvete con la profe a la que apodaban Lassie por sus aullidos perrunos... Auuuuuuuuuuuu-auuuuuuuuuu-auuuuuuuuau… En fin, con eso les dejo.


Mauro Picottísimo

En mi caso he de añadir que, desgraciadamente, no tengo memoria fotográfica, y aunque reconozco haber sufrido sensaciones púbicas muy notables al ver a Jennifer Connelly en esa y otras pelis (creo que en todas y cada una de las pelis en las que ha salido, me ha producido el mismo efecto, qué mujer), creo que no fue la primera vez que mi cuerpo reaccionó al ver a una bella dama. El caso es que una de las primeras mujeres que causaron sensación en mi universo, es anónima. Aun sigo buscando la película que solía ver de niño con insistencia, pero si ni el mismo Lengua Negra ha descubierto aun de qué film se trata… "Recuerdo una chica morena con pintas de punky, con medias de rejilla, pelos de punta... recuerdo pistolas láser y un mundo semidesértico (quizá había más escenarios)… Ella era la novia del protagonista, aunque casi tenía más importancia ella por sus curvilíneas razones. Era una peli bien cutre y divertida, de serie B, pero mi memoria no logra ahondar más… necesitaría una regresión".

Dejando a esa anónima morena a un lado, también recuerdo que me pusieron palot la acompañante de Howard el Pato, gran peli (lo mío eran las punkys, o es que de los años 80’ sólo esa estética se puede rescatar, porque las hombreras y los cardados son antinaturales, excepto si eres un guerrero del espacio), y la maldita Emperatriz Infantil de “La Historia Interminable” (aunque convertirme en Atreyu también me atraía mucho), que a un nivel mucho más enfermizo me producía una extraña atracción debido a su aspecto angelical, que sólo me invitaba a un “cumshot+facial” perverso, lo que pasa es que a esa edad aun no te das cuenta del porqué ni del cómo.

Lea Thomson en su época Lauper


Y hasta aquí este repaso a nuestras perversiones erótico-infantiles, es el momento de que nos dejen conocer las suyas en los comentarios, que ardemos en deseos de saber de sus primeras calenturas, ya sean estas con Rob Lowe, con Gracita Morales, con Mané o con Mayra Gómez Kemp.

10 comentarios:

anselmo dijo...

Madre mía, esto si es desnudar el alma. Yo no podría contar nada...me tratarían como un enfermo..
Ahhh, Hulka, cuantas cayeron a tu salud XD

Mauro Picotto dijo...

no hay problema amigo anselmo, aquí todos tenemos lo nuestro y ninguno andamos cuerdo,... o sino, pregúntese, ¿qué demonios hacemos metidos en un bunker día y noche?

missmostoles dijo...

Yo me enamoré de mi profesora, no es raro jaaja Por fin aprovecháis el encerramiento bunkero y actualizáis a buen ritmo! jaaj Y ahora qué, tengo que contar mi primera menstruación? Vale pues era verano, estaba en casa, con mi hermano, viendo la tele, el Un dos tres y debí manchurrear jaaja pero vamos, lo único que recuerdo es vergüenza, muucha vergüenza ¡la que tendría que daros a vosotros de escribir estas guarradas!

Lengua Negra dijo...

Peor lo pasó "Carrie"! :S

Doctor Proctor dijo...

No sabíamos nosotros que ibamos a lograr tanta confesión anónima con este post. Pero no se corten, sigan, sigan, que a nosotros nos encanta esto...

Anónimo dijo...

Pues yo recuerdo a un programa de gimnasia que echaban por las mañanas, no me acuerdo del nombre de tía (sé que al final acabó yonki perdida y no sé si captada por una secta), pero recuerdo estuve enfermo durante una semana y no faltaba a la cita del programa, esos trajes de gimnasia tan pequeños, esas medías y esos pelos cardaos a lo punk como que me ponían, mas tarde descubrí los placeres del rozamiento trepando por el palo de la bandera de la Cruz Roja (no os descojonéis cabrones “aunque yo lo estoy haciendo al escribirlo”), para más tarde, más o menos a la edad de 8 añitos empezar a mover la zambomba, creo que motivado por alguna peli de 2 rombos que llegue a ver. Como podéis observar es un proceso que descubrí poco a poco, llegando hasta el final de la madriguera del conejo jajajaja, muy bueno sinvergüenzas.

Doctor Proctor dijo...

¿No sería Eva Nasarre, degenerado follafarolas?

Lengua Negra dijo...

Si, Eva Nasarre, que mito.

Y luego terminó en platós de televisión, con el pánfilo de su hijo adolescente... Menudo dramón. A saber como les va ahora.

Mauro Picotto dijo...

esta si que me ponía cardiaco... jajajaja!
http://www.youtube.com/watch?v=GQreNbZgrmU

Anónimo dijo...

Eso Eva Nasarre, no te digo que no lo intenté con farolas, pero no era lo mismo, mi mastil de la Cruz Roja era especial jajajaja.