Saludos "amigos bunkeros", otro día más os traemos una noticia de las que no dejan indiferente. Si alguno de ustedes se considera lo que hoy en día se conoce como Hardcore-gamer, es decir, un "viciao" de tomo y lomo, que disfruta desenmarañando los entresijos de cada título que degusta, supongo que conocerán un juego llamado Unreal Tournament 2004. Y es fácil hacer memoria para recordar qué clase de juego es, un shooter con una peculiaridad que otros no tienen. Es sumamente irreal. El título da alguna pistilla, pero es que sólo hacen falta 10 minutos de juego para, no sólo sentir sensaciones parecidas a un subidón de lsd, sino que es suficiente para saturarnos por completo. Describirlo es fútil, sólo hace falta probarlo un ratico y serán tantos y tan rápidos los estímulos, que tendremos una idea clara del dolor de cabeza que puede surgir tras una hora de juego ininterrumpido.
Y ustedes dirán, pues qué bien ¿y? ahí es donde viene lo interesante. Esta misma semana, la Universidad de Copenhague ha realizado un estudio (bueno, llamar a esto estudio, más bien se puede llamar "viciada en toda regla"...), en el que se han realizado 1347 combates de élite entre dos equipos, uno azul y otro ROJO (como las pastillas de Morfeo), y sorprendentemente no han terminado con un 50/50 de victorias para ambos equipos, sino que los ROJOS batieron a los azules con un 55% de las victorias. Quizá soy el único al que le parece de lo más normal, pero en Copenhague, esto ha querido decir que el ROJO es un color con mayor capacidad de distracción psicológica que el azul. En mi modesta opinión, el ROJO es más llamativo, por el espectro de onda que emite, pero ahora resulta que si te vistes de ROJO a lo mejor es un 5% menos probable que te dispare alguien...
y volvemos al juego en si. Un juego con tantos estímulos, no nos permite mucha elección. Antes de ver a un enemigo, ya tienes que estar disparando, pero no, ahora al ver a tu oponente de ROJO, te da por pensar una décima de segundo más, lo suficiente como para que tu oponente te ajusticie. En fin gente, yo definitivamente creo que en Copenhague al igual que en Amsterdam, tienen mucha cultura del cannabis y a veces se les va un poco la mano en la Universidad.. y luego le dicen a sus padres que van a estudiar, pero luego vuelven a casa con un chicle de menta en la boca.
Hasta otra, buenas gentes que pueblan las redes virtuales.
Y ustedes dirán, pues qué bien ¿y? ahí es donde viene lo interesante. Esta misma semana, la Universidad de Copenhague ha realizado un estudio (bueno, llamar a esto estudio, más bien se puede llamar "viciada en toda regla"...), en el que se han realizado 1347 combates de élite entre dos equipos, uno azul y otro ROJO (como las pastillas de Morfeo), y sorprendentemente no han terminado con un 50/50 de victorias para ambos equipos, sino que los ROJOS batieron a los azules con un 55% de las victorias. Quizá soy el único al que le parece de lo más normal, pero en Copenhague, esto ha querido decir que el ROJO es un color con mayor capacidad de distracción psicológica que el azul. En mi modesta opinión, el ROJO es más llamativo, por el espectro de onda que emite, pero ahora resulta que si te vistes de ROJO a lo mejor es un 5% menos probable que te dispare alguien...
y volvemos al juego en si. Un juego con tantos estímulos, no nos permite mucha elección. Antes de ver a un enemigo, ya tienes que estar disparando, pero no, ahora al ver a tu oponente de ROJO, te da por pensar una décima de segundo más, lo suficiente como para que tu oponente te ajusticie. En fin gente, yo definitivamente creo que en Copenhague al igual que en Amsterdam, tienen mucha cultura del cannabis y a veces se les va un poco la mano en la Universidad.. y luego le dicen a sus padres que van a estudiar, pero luego vuelven a casa con un chicle de menta en la boca.
Hasta otra, buenas gentes que pueblan las redes virtuales.
2 comentarios:
¿Será por eso que los rojos ganaron la II Guerra Mundial? ya veo que todo encaja como un puzzle sideral en 3D.
Conclusión:
- Los Rojos: BIEN.
- Fumar tantos porros: MAL.
Publicar un comentario