La otra noche, hablando con una conocida, aconteció el siguiente diálogo:
Ella- “No me puedo creer que no hayas leído nada de “Sandman”. Porque yo leo muchos cómics pero tú, con lo…”
Yo- “¿Con lo FRIKI que soy? ¡Te mato!”
Ella- “Ayyyyy…”
Menos mal que esta chica sabía lo que había y no cometió la temeridad de colgarme la etiqueta de FRIKI, término que odio con toda mi alma. Ella sabe que nunca, NUNCA, se me tiene que llamar así si no quieres que se encienda mi ira. Primero porque a día de hoy, friki es un término totalmente paleto y ofensivo y segundo porque YO NO SOY NINGÚN FRIKI.
Bien claro lo han dejado los dioses BRUTTOS en uno de sus últimos números así que yo seré muy breve centrándome en las diferencias entre ser un friki (comiquero rolero mangaka de mierda para más concreción) y simplemente, ser alguien con conocimientos que van más allá de la “cultura oficial” y el descerebre del entretenimiento de masas.
- Un friki adora sagas cinematográficas como “Star Wars”, “Star Trek”, “Matrix”, “Underworld”, etc, etc… Por supuesto, conoce el nombre de hasta el último extra, colecciona todos los muñecos que puede de cada film, se sabe los diálogos de memoria y pone a parir cualquier cambio en la saga por parte de gente novel en los foros de internet. Su sueño es ir a alguna convención yanki sobre el tema o aparecer como extra en alguna de esas películas. Eso cuando no rueda sus propios cortos basados en los films citados.
- Servidor no se sabe NI UN PUTO DIÁLOGO de esas películas. Es más, soy incapaz de comprender como alguien puede ir vestido de Luke Skywalker por la calle y luego ser capaz de mirarse al espejo por las mañanas sin morirse de la vergüenza.

- Las quedadas. El friki no suele tener amigos. Y si los tiene, son todos tan frikis como él, ya que nadie más le soporta. A esos amigos los suele conocer por internet, participando en foros, chats y chorradas similares, como las quedadas masivas en el centro de alguna ciudad para montar algún pollo o jugar al rol en vivo (esto ya en zonas realmente más apartadas ). Destacan por méritos propios quedadas del tipo “Día del Orgullo Friki” o “Día del Orgullo Zombie”. El último objetivo del friki es conocer al amor de su vida, vestida de algún personaje manga o algo así, y quedarse con ella encerrado en casa viendo películas hasta el fin de sus días.
- Bueno, vamos por partes. Yo jamás participaré en ningún puto foro de esos petados de banners chirriantes, gifs animados y palabras tipo LOL. Hay que ser un pobre tarado para estar metido en esa mierda. Es más, cuando tengo que entrar en alguna tienda donde venden cómics, procuro hacerlo siempre entre semana o en horarios extraños para evitar cruzarme con ningún grupo de bichos.
Sobre las quedadas… En fin, yo ya tengo amigos reales, gracias. Y ninguno sabe hablar klingon ni va por ahí con camisetas de Naruto. Llevar una camiseta de Naruto está por debajo de llevar una riñonera o una svástica en la escala de atentados textiles.
Y sobre las novias frikis… Prueba de que yo jamás seré uno de esos bichos es que preferiría tener la enfermedad del hombre árbol antes de salir con una lectora de cómics manga o una jugadora de rol. Una vez me intentaron arrimar a un par de esas elementas y por poco si salgo tarifando de la peor manera. Ya sabéis que, como dicen en Muchachada Nui, la estación que va después de la pedantería es la del bofetón. Pero qué gente más intratable y más alejada de la realidad.
- Un friki está más que pendiente de ver todo tipo de series de televisión vía internet. Me refiero por supuesto a series como “Perdidos”, “Héroes”, “True Blood”, “Dexter”, “Big Bang Theory”, “Cómo conocí a vuestra madre”…
- Servidor no ha visto NI UN PUTO CAPÍTULO de esas series. Y ni falta que me hace. Lo más parecido a una serie de ciencia ficción que he visto en los últimos cinco años ha sido “El Inquilino” con Jorge Sanz.
- Las habilidades sociales del friki son verdaderamente pobres. ¿Alguna vez habéis visto como se divierte un friki cuando no está jugando al “Dragones y Mazmorras” o en el estreno de “Sin City”? Hacen cosas como cenar en el Foster Hollywood, tomarse unas coca-colas (casi ninguno bebe alcohol ni tolera ninguna droga) en algún garito de heavy metal o ir a conciertos estilo Power Metal o Visual Rock japonés.
- Servidor sólo concibe la diversión cuando posee un elemento de caos, sexo, destrucción, excesos o todo al mismo tiempo. Me refiero a cosas como tener a gente en pelotas por el salón o la piscina, gente culeando en baños y cocinas, vomitonas varias, uno que se rompe el brazo, otra que se pone a llorar y le da la paranoia, una puerta que se rompe y sangre por todo el suelo, cds volando por la ventana, espabilina desperdigada por la alfombra, una cama tronchada durante una pirámide humana, la policía entrando por la puerta... Todo experiencias vividas por quien escribe. Eso un friki os puedo asegurar que no lo hace.
Y para finalizar, una batería rápida.
- No veo anime ni cine fantástico japonés con fansubs.
- Soy un cero a la izquierda en informática.
- No he leído “Juego de Tronos”, ni “Death Note”, ni “One Piece”.
- No juego al “Warhammer” ni a nada que se le parezca.
- No pinto figuritas de plomo.
- No me gusta Emily Strange.
- No veo series hechas para internet.
- No tengo figuritas de chicas manga.
- No imito movimientos de personajes de videojuegos. Es más, no juego a ningún videojuego.
- No voy a comer a restaurantes finolis japoneses.
- No voy a karaokes a hacer el subnormal.
- No hago coreografías.
- No me emociono y me pongo a pegar voces cuando entro en una tienda de cómics.
- No soy fan ni de Lobezno, ni de Neo, ni de Vegeta ni de Santiago Segura.
- No llevo camisetas estilo Torbe, ni con emoticonos, ni con superhéroes.
- No me llevo bien con casi ningún tipo de tecnología punta.
Lo más friki que hago es escribir en este blog. Y cuando puedo, siempre aprovecho esta plataforma para denunciar esta idea absurda que tiene la juventud de ahora de que ser friki es algo que mola. ¡Qué triste!