Los lunes al sol

Hacía tanto tiempo que no salía del Bunker que no me acordaba como era eso de sentir la cálida caricia del sol en el rostro, el fresco abrazo del aire, el contacto con otros seres humanos y tantas otras cosas que no se sienten en la húmeda soledad de las catacumbas malvadas que habito que, al salir por fin al exterior, me he quedado sorprendido. Y ustedes dirán, ¿cómo es que se ha animado a salir de su aislamiento el bueno del doctor? Pues porque no me ha quedado más remedio, ya que mi empresa me ha finiquitado y he pasado a engrosar la enorme lista de parados de este país (que de mano de obra para un ejercito privado...), con lo cual me queda mucho tiempo para pasear y para disfrutar mientras maquino ciertas venganzas pendientes que me quedan por cometer y otros asuntos oficiales que tengo que arreglar junto a cierto asociado con la lengua muy oscura que tengo.

Quizá esté un tiempo alejado del bullicio bloguero porque mi nuevo horario no me permite estar tantas horas como el anterior delante de un ordenador, pero no se preocupen, quiero que sepan que estaré bien disfrutando de los lunes al sol. Y de los martes, de los miércoles y de toda la semana, porque está la cosa muy malita... Eso sí, como el tiempo siga así voy conseguir el color más sano que he tenido en mi vida, ¡¡qué buen tiempo hace!!

Ah, que se me olvidaba: si saben de alguien que necesite a un amable hombre de bien con amplia y contrastada experiencia en diversos campos y con titulaciones tan útiles como una Licenciatura en Putadas de Calibre Mundial por la Universidad de Latveria, una Diplomatura en Génetica Aplicada a Monstruosidades y Malformaciones por el Instituo de Estudios del Mal de California y una Ingeniería Superior en Saltos Cuánticos y Saqueo Interdimensional de los cursos CCC, que no dude en ponerse en contacto conmigo en el mail consultoriodeldoctorproctor@hotmail.com.

Esto va especialmente por usted, señor Anselmo, que sabemos que tiene mano en el INEM...