Grandes Figuras del Frikismo de Ayer y Hoy

Muy buenos días, queridos lectores, y bienvenidos una vez más a este reducto de basura internáutica y subcultura chunga que es el Bunker. Hoy voy a inaugurar oficialmente una nueva sección que esperemos dure mucho tiempo y en la que tendrán cabida, como su propio nombre indica, biografías, críticas, hechos curiosos y opiniones acerca de personajes de ficción o famosos de la vida real a los que les rodea un halo de frikismo, sea éste de la clase que sea. Estos personajes nos podrán haber influenciado de alguna manera especial o no, ser unos pardillos, unos genios o ser la hostia de molones. Y ustedes, queridos lectores, podrán dejarnos todas las sugerencias que quieran para futuros personajes frikis, pero nosotros nos reservamos el derecho a descojonarnos al leerlas. Bien, y ahora pasemos a inaugurar la sección ¿y quién mejor para inaugurarla que un director de cine friki obeso, confeso de Star Wars, de los cómics, del onanismo y de todo lo demás? ¿Qué de quién hablo? Fácil, del gran (en todos los sentidos) Kevin Smith, aunque creo que deberíamos haber inaugurado la sección con una retrospectiva sobre el creador del monstruo de las pollas...

¿EIIIN...?

Bueno es igual, vamos a centrarnos en lo que nos interesa que nos perdemos. Según su biografía (bueno, según la Wikipedia), Kevin Patrick Smith nació en Nueva Jersey allá por 1970, en una pequeña ciudad llamada Highlands (anda, como en Escocia... qué originales estos americanos...) Allí creció y vivió una vida repleta de frikismo, cómics, hamburguesas y hockey, porque además de todo lo friki que es, Smith es un obeso, digo obseso fan del hockey, deporte que está muy presente en casi todas sus películas. La primera oportunidad de dirigir uno de sus guiones en formato largo le llego con Clerks, una historia en blanco y negro narrada en forma de capítulos cortos sobre la vida de dos dependientes de una tienda veinticuatro horas. Está encuadrada dentro de su universo particular, autobiográfico y autorreferente como él solo, con continuos guiños tanto a hechos y gente de su vida como a su ciudad natal, aspectos que se repetirán en el resto de sus películas. Clerks, al igual que el resto de sus películas, tiene un extraño humor aberrante, friki, cargado de matices sexuales, infantil, pero desopilante la mayoría de las veces. Además, sus filmes siempre cuentan con dos secundarios peculiares: Jay y Bob el Silencioso (este último interpretado por el propio Smith). Jay es malhablado, delgaducho, bocazas, inmaduro y superficial y su actitud se contrapone a la de Bob, callado, pragmático, gordito, simpático... ¿alguien ha dicho el Gordo y el Flaco? Sí, pero en frikis, fumetas, modernos y mal vestidos (y con un gusto musical un poco... raro).

LA M CON LA A, MA...

Mallrats es una vuelta de tuerca a ciertos temas que Clerks ya trataba. En ella, la epopeya se centra alrededor del universo del friki medio estadounidense, un centro comercial (o mall), y las gentes que lo pueblan. A pesar de que me encanta esta película y me parto el ojete cada vez que la veo, he de reconocer que con él Kevin nos demostró lo mala que puede ser la falta de inspiración, tanto que tuvo que rellenar el guión con ideas de su largo anterior y con sus recurrentes chistes de caca-pedo-pis. Pero aún así tuvo su gracia. Tras ésta vino Persiguiendo a Amy, una película más cercana al sentimiento indy que demostró Clerks y que nos narra una atípica historia de amor entre creadores de cómics. Sí amigos, y lo mejor es que ésta es buena. Y trae de regalo el soliloquio más largo que suelta el Silencioso Bob en todas las películas en las que interviene. Esta película, junto a Clerks y Mallrats, forma lo que se ha llamado la “Trilogía de Nueva Jersey”.

Tras esto, dirigió su primera película llena de efectos especiales digitales, Dogma, con personajes que ya conocíamos de antes (los sempiternos Jay y Bob) y otros muchos nuevos. Una película de tintes fantásticos-religioso-apocalípticos con el humor de siempre, pero en la que se empiezan a ver con claridad meridiana sus fallos tanto en los guiones como en la dirección, fallos que se empezaron a intuir en Mallrats y que terminaron por llegar a su punto álgido en la pasada de vueltas Jay y Bob el Silencioso Contraatacan. Esta película es un cúmulo de despropósitos y gags tontos unidos por un horrísono guión, que intentan hacernos reir sin parar y consiguen hacernos sonreir y, a veces, casi llorar...
Tras un tiempo sin dirigir nada (¿Qué después de Jay y Bob hizo Jersey Girl...? No sé de qué me habláis...) dirigió Clerks 2, que sin llegar a ser tan buena como la uno, dejó un buen sabor de boca a los fans de su humor friki y, a ratos, irreverente.

Además de hacer sus propias películas, también ha guionizado comics de DC y Marvel, ha guionizado el primer episodio de la serie Reaper, ha sido El Brujo en la Jungla 4.0 y también ha escrito el guión de Red State, película de terror con la que se aleja ligeramente de su tono y temática habituales. Actualmente se encuentra sumido en la grabación de Mike and Miri Make a Porno, por cuyo título podemos hacernos una idea aproximada de por donde van a ir los tiros, y se le achacan miles y miles de proyectos diferentes, entre ellos dirigir la serie de imagen real sobre Star Wars que prepara George Lucas (cosa que, de ser cierta, sin duda estará haciendo que nuestro gorrillas silencioso favorito se mee de gusto).

Bueno, ya os he hecho una retrospectiva corta, mala y subjetiva de quien es y lo que ha hecho Kevin Smith en su vida, pero ahora vamos a pasar a ver porque es nuestro personaje friki invitado. -¿Como? ¿Y no vas a hablar de Ben Affleck ni de Matt Damon ni de Jason Lee ni de...? Eh tío, aquí el Encofrador Negro soy yo, y venimos a hablar del gordito gracioso-.Y es que, a pesar de haber visto lo que hemos visto y leído, useasé, que es gordo, friki y un guionista y director regulero, nos gusta el señor Smith. ¿Y por qué?, se preguntarán ustedes. Pues:

- porque sus películas son un compendio de todos los desbarres ultra frikis que se nos pasan a todos los tocados por éste mal por la cabeza a diario y que muchos ni siquiera nos atrevemos a decir en voz alta. Por ejemplo, preguntarnos qué aspecto tiene el pene de La Cosa, qué clase de convenio tienen los empleados de la Estrella de la Muerte o si un entintador realmente crea algo o únicamente repasa lo que otros crean (profundo, ¿verdad?),

- porque ha hecho de su afición y pasión su trabajo: aparte de crear las pelis más frikis que se le pasan por la cabeza, ha escrito Daredevil y Spider-Man/Gata Negra para Marvel y Green Arrow para DC y bueno, aunque con sus altibajos habituales en lo que a guiones se refiere, no lo hace nada mal (aunque alguno de estos cómics sean de infausto recuerdo para los fans por diversos motivos). Diálogos ocurrentes y realistas, miles de referencias alejadas de lo que es normal en el mundo del cómic y una caracterización de personajes y tramas que no se suelen ver en este mundo. También ha creado cómics a partir de sus personajes cinematográficos: Bluntman y Chronic, el cómic creado por Banky y Holden en Persiguiendo a Amy (es genial la escena con las prostitutas, enfermiza, pero genial) o una versión en cómic de Clerks. Ah, y porque además tiene su propia tienda de cómics. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?,

MY JUNGLE LOVE...

- porque viendo sus películas, mal que nos pese, nos sentimos como esos adolescentes gamberros e hiperdesarrollados que son Jay y Bob el Silencioso y, como ellos, no queremos crecer, nosotros queremos pasarnos el día vagueando y haciendo el gilip... por ahí,

- porque ha rodado sus pelis rodeado de colegas, con colegas actuando y contando historias que (supuestamente) le han paso a él y a sus colegas... ¿hay algo más friki? Anda que no se debe trabajar a gusto así...,

- porque está eternamente obsesionado con el sexo y en sus pelis y cómics nos muestra relaciones enfermizas (de nuevo la escena del cómic de Bluntman y Chronic hablando con las prostitutas, simplemente memorable), filias preocupantes (seducir a mujeres en sitios incómodos, como el asiento trasero de un Volkswagen), sueños onanistas llevados al límite (cuidado al intentar chupárosla, no os vayais a partir el cuello, depravados) y supermujeres ninfómanas (esa gran Tricia la Delicia). Y eso nos encanta,

- porque, aunque son unos perturbados mentales, sus personajes se suelen comportar como personas normales y no sueltan extrañas charlas sobre lo que es moralmente correcto ni hacen sacrificios exagerados. Son gente “normal” teniendo conversaciones “normales” (vale, a lo mejor no son muy normales, pero os juro que he visto y oído a mucha gente así... no, yo no soy así...),

- y porque, a pesar de que todo lo anteriormente nombrado habría incapacitado a cualquier otro de vosotros (a mi no, soy un Casanova) a tener relaciones sociales con el resto del mundo (y no digamos ya con tías), se ha conseguido casar y hasta tener una hija... y es que hay cosas que solo pasan en Estados Unidos.

PAPÁ, DE MAYOR QUIERO SER FRIKI COMO TÚ

Y para terminar, vean este increíble documento sobre las vicisitudes y extraños acontecimientos que rodearon lo que podría haber sido la vuelta al cine de Superman por la puerta grande:

O no, pero lo que está claro que este tío tiene arte y vis cómica de sobra para contar historias, ¿verdad? Y quizá con este extraño equipo creativo podríamos haber visto algo interesante (no digo bueno, pero a lo mejor me habrían hecho reír intencionadamente, no como con la de Superman Returns) sobre Superman en la gran pantalla y no esa mierda edulcorada que nos intentó colar el cabrón del Singer y que más parece un capitulo largo de Embrujadas que una película de Superman (a pesar de contarnos prácticamente lo mismo que Superman I...)

En fin, hasta aquí la primera entrega de Grandes Figuras del Frikismo de Ayer y Hoy, espero que me perdonen mi repetición hasta la saciedad de la palabra friki (es que me han dicho que con eso sales más arriba en los buscadores... ¡¡grññ, ay mamá!!) y los chistes sobre gordos. Ahora solo me queda darles mis más...

Oscuros Saludos.