Llevo unos días demorándolo, quizá porque las cosas, con la distancia que nos otorga el tiempo, se ven de otra manera. Sí, quizá sea por eso. O quizá no, ya que al sentarme a escribir este post me doy cuenta de que lo que les voy a relatar es algo que me afectó sobremanera. Pero no adelantemos acontecimientos, lo mejor es ir por partes, más que nada para evitarles males mayores. Les advierto que a partir de aquí su cordura puede llegar a pender de un hilo.
Bien, si han decidido continuar bajo su pena y riesgo, queremos que sepan que Desde El Bunker(TM) queda exento de cualquier responsabilidad por los daños mentales que puedan sufrir. Allá vamos:
...y cual fue nuestra decepción (bueno, y la de la mayoría de los asistentes, aunque me imagino que mayor fue la de la gente que pagó por presenciar el horrendo espectáculo) al ver que aquello sólo tenía en común con la lucha libre americana el nombre (¡ni siquiera el ring!). Y para darnos cuenta no hizo falta esperar mucho, pues lejos de saltar al ring apolíneos hombres dispuestos a machacarse la cara (de forma fingida a la par que... ¿realista?) saltaron unos seres contrahechos y enmascarados, que en vez de pegarse (o fingir que se pegaban) daban golpes al aire. Así, como suena, es que ni si quiera se acercaban al cuerpo del contrincante. Y así todo, patadas que se perdían en el vacío, golpes de espaldas que se veían frenados por piernas que calculaban perfectamente las caídas... en fin, que sabíamos que se trataba de una competición fingida, pero es que eso no tenía nombre. Bueno, menos un guarrazo de espaldas que se dio uno de los luchadores y se le tuvieron que llevar en camilla (aunque yo soy de la opinión de que también era fingido).
Y había otros que parecía que querían machacar caras, pero lo que les pasaba de verdad es que querían machacar otra cosa... ¡¡AAAAAAAAAAAAAARRRRRRGH!!
Aquí ya fue cuando no aguantamos más y decidimos poner pies en polvorosa (donde quiera que este ese sitio) y huir cual almas azuzadas por la más espantosa de las visiones. Ésta, para ser más concretos:
Eso sí, a pesar del fresco que nos hizo esa noche, había unas jamelgazas presentando los rounds en bikini que estaban... ¡¡Grrrññññññññaymamita!! Bueno, que se me va la olla... ¿Momento vergonzante? Momento abochornante, diría yo. Pero en fin, que a caballo regalado...
Momento vergonzante 2: En mi correo, ayer mismo, y de parte de Lengua Negra, recibo esto: “Detroit Metal City da el salto a la gran pantalla.
Como viene siendo costumbre en los últimos años, los productores de los estudios de cine se han dado cuenta del éxito que tiene llevar algunas historias del mundo del cómic al cine. El último caso ha sido Detroit Metal City, el manga de Kiminori Wakasugi que narra las desventuras de un maestro escolar que se transforma en el líder de una banda de death metal.
La película, que se estrenó el 23 de agosto en Japón, ha obtenido un gran éxito, y ya desde las semanas anteriores había generado una gran expectación que se tradujo en la venta de todo tipo de merchandising. Detroit Metal City saldrá a la venta en nuestro país de la mano de Planeta DeAgostini Cómics en el próximo XIV Salón del Manga de L’Hospitalet del Llobregat.”
No voy a hacer comentarios, ¿es que acaso les parece poco lo que pone? Pues eso, que la civilización va cuesta abajo y sin frenos. Y a nosotros nos encanta, jajajaja.
Oscuros saludos.
Momentos anteriores:
- Momentos Vergonzantes Vol. V: Los Tatuajes Chinos
- Momentos Vergonzantes Vol. IV
- Momentos Veraniegos (Momentos Vergonzantes Vol. III)
- Momentos Vergonzantes Vol. II
- Momentos Vergonzantes Vol. I
3 comentarios:
jjjjjjjjrjrjrjjjjjrrrrgggghhh... JAJAJAJAJAJA
XD
Como me gusta la decadencia a nivel mundial. A ver cuando aprietan de una puta vez el botón rojo y se va todo a tomar por el culo! jajaja
"Ay,ay,ayyy!!!" (El Hombre Abeja)
¿Un maestro lider de una banda de Death Metal? Joder putos japos, tienen mierda para todos.
En Japón no se libra nadie...
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