martes, 31 de marzo de 2009
Chovi (o la salsa de la vida)
Grandes Figuras del Frikismo de Ayer y Hoy Vol. V
En esta ocasión seré yo, Mauro Picotto, quien con gran responsabilidad vuelvo a tomar el testigo de mi buen amigo el Doctor Proctor, y bajo la atenta mirada de Lengua Negra. Una vez más me atrevo a perpetrar otra aventura frikil, porque el personaje que voy a desvelar, es para mi, al mismo tiempo, un heroe y un bufón. Es todo lo grande del cine de ciencia ficción y lo irrisorio de la producción de bajo presupuesto, hoy tenemos el honor de presentar al único y genuino Inmortal, el sempiterno... (ya se que lo saben)... (pero hay que crear espectación)... (es el otro Christopher)...
CHRISTOPHER LAMBERT
Es dos años después, en 1986, cuando su carrera daría un giro completo hacia el frikismo máximo, al aceptar un papel que aun ahora sigue estando vinculado a su persona. Interpretó a Connor Macleod en Los Inmortales (Highlander), película en la que se nos narraban las aventuras de unos individuos (inmortales, para más señas), capaces de conseguir un poder inimaginable si decapitan a su adversario y destinados, por tanto, a retarse en duelo con espadas. Desde la Escocia del siglo XVI hasta el Nueva York del siglo XX, sólo podrá quedar UNO. Con ese argumento, y su bizquera, Chris estaba forjando a fuego el tipo de cine para el que había nacido (la bizquera no cambia nada, pero alguien tenía que decirlo).
Pero gustos a parte, este tipo tiene claro el tipo de películas que quiere hacer. Ofertas le surgen y ha hecho algunas buenas pelis, con interpretaciones decentes, pero entonces, ¿Por qué acepta todo lo que le ofrecen? Pues porque él, además de ser actor, gusta de divertirse en los rodajes, es un tipo entrañable y ¿Dónde se puede uno divertir más que en una peli de bajo presupuesto, con sangre, gore y tias ligeras de ropa? No hay color, entre eso o hacer una peli seria esperando que la crítica te alabe o te den tal premio. Por esta razón, Chris esta preparando uno de sus últimos proyectos hasta la fecha, Tales of an Ancient Empire, junto a Kevin Sorbo (Hercules) y Yancy Butler (la piba de Van Damme en Blanco Humano)... por lo que se desprende de "Másalladeorión", de lo más salvaje en serie B fantástica.
Salir en un anuncio 20 años después, haciendo de un personaje al que interpretó en el pasado:
Fotogramas inmortales Vol IV
Mis mejores recuerdos para ti, Gale. Descansa en paz.
El problema surge cuando a tipos como Steve Guttenberg les da por correr desnudos por un parque.
* Aquí debería haber aparecido el escalofriante reencuentro entre Jeffrey Beaumont y Dorothy Vallens pero nos ha sido imposible encontrar una foto decente de Isabella Rosellini en pelotas. Habrá que hacer una captura de pantalla del dvd.
viernes, 27 de marzo de 2009
“Watchmen” y “El Curioso Caso de Benjamín Button”: Simetrías, opuestos y réplicas.
Esta es una historia sobre la improbabilidad. Creedla o no. No puedo ser más sincero.
Hace unos días pude ir, al fin, a ver “Watchmen” y “The Curious Case of Benjamín Button": Dos películas que deseaba ver en pantalla grande por distintos motivos.
La pantalla de cine es el espejo que atravesó Alicia. Es la puerta hacia el otro lado, hacia el mundo irreal, el mundo de ficción. En el cine, cruzo al universo que más me satisface: el irreal. La realidad no tiene ningún interés para mí. Ya he visto bastante para saber que no tengo nada que ver ni hacer en ella. Por eso vivo rodeado de ficción en todas sus formas. Sueños en definitiva.
El fin de semana anterior a las proyecciones, estando alejado del tumulto de la urbe, he tenido dos extraños sueños. No suelo recordar lo que he soñado al despertar pero al variar mis hábitos de descanso durante mis días libres terminé por recordar aquello que desaparece de un plumazo con el irritante sonido del despertador. Sueños que guardan senda relación con los dos films a tratar.
Todavía no puedo creer la fortuna (no completa, al no estar alguien con quien debía estar) que tuve cuando el multicine al que acudí tuvo a bien proyectar, para mi solo, ambas películas en una improbable sesión doble en dos salas parejas. Primero en una, y luego en su paralela, como si de un reflejo se tratara: la misma sala con la misma persona sentada en el mismo lugar.
Si de algo puede presumir la obra magna de Alan Moore (no acreditado en el film del mismo título) es de su elaboradísima estructura simétrica. Como si de una mariposa de tratara, los capítulos del cómic de “Watchmen” pueden plegarse uno sobre otro en perfecta compensación simétrica. Exactamente como mi experiencia en aquel momento.
“Watchmen” y “Button” son la historia de un reloj. En la primera, es un reloj que avanza inexorable hacia la media noche que marca el holocausto final. Una “countdown to meltdown” que tiene su reflejo opuesto en el reloj que abre el film de Fincher.
“Button” comienza con la historia de un relojero ciego, que tras perder a su hijo en la guerra, cambia el sentido de las manillas del enorme reloj que ha construido para una estación de tren. Que el tiempo marche hacia atrás para que todos podamos recuperar a nuestros hijos, esposos o padres caídos en la batalla. De este modo, “Button” se convierte en la historia de un hombre cuyo reloj biológico va al revés, rejuveneciendo en lugar de envejeciendo tras nacer con la salud de un hombre de ochenta años.
Las pantallas de ambas salas reflejan sendos relojes, cada uno girando hacia lados opuestos. Cada uno, marcando el camino hacia dos destinos ¿inevitables?.
Mientras que el relojero del film de Fincher es un hombre maduro, que abandona su trabajo tras la creación de su última y más simbólica obra, el joven Jon Osterman (el Dr Manhattan de “Watchmen”), trata de seguir los pasos de su padre reparando relojes hasta que este le prohíbe seguir el oficio, a tenor de cómo se percibía el futuro en 1945. “Lo que el mundo necesita es la ciencia atómica… y no relojes de bolsillo (…) Si el tiempo no es real ¿qué será de los relojes? Mi profesión es algo del pasado. Mi hijo debe tener un futuro”.
En mi caso, la relojería fue algo impuesto por mi progenitor. Él fue quien me enseñó a reparar relojes y quien me comprometió a aceptar un trabajo del que me costó años escapar. De hecho, todavía hoy temo verme en la necesidad de recurrir a la relojería como medio de sustento. Hay que vivir lo que yo he vivido para entender hasta que punto temo un futuro relacionado con manecillas y rotores. Como imaginarán, servidor nunca lleva un reloj encima.
Manhattan prosigue en su monólogo interior: “¿Quién crea el mundo? ¿Es el universo un reloj sin relojero?”. O lo que es lo mismo: ¿Somos dueños de nuestro destino?
En ambas historias encontramos paradojas sobre el destino, efectos mariposa de inesperados y trágicos finales. ¿Somos víctimas del azar? ¿Hay un destino inamovible para cada uno?
Button lo tiene claro: nunca asumas ningún pronóstico, nunca sabes lo que Dios te tiene preparado. Para él si hay un destino, pero no está en su mano ni en la de nadie así que uno debe vivir siempre guiado por su corazón, sin pensar en predicciones ni supuestos.
Para el Doctor Manhattan la cuestión es mucho más compleja. Para los que no conozcan su historia, les diré que es un “hombre” prácticamente omnipotente, un dios para muchos, capaz de vivir en todos los momentos de la línea de tiempo a la vez. Para él, términos como pasado y futuro son lo mismo. Como el pasado, el futuro ya ha ocurrido. El problema surge cuando algo impide ver al “superhombre” el futuro más cercano. Algo o alguien no quiere que Manhattan sepa lo que va a sucederle pronto a la humanidad.
En mi caso podría acuñar el lema punk del “no future”. Si existe un destino desde luego no apunta hacia nada bueno. Si tengo futuro, prefiero no saberlo. Mirad sino a uno de los mejores personajes de “Watchmen”, El Comediante. Un hombre que cree saberlo todo sobre la sinrazón humana hasta que una visión del futuro próximo termina por destruir su espíritu. Al menos, tanto él como yo ya sabemos que TODO es una broma, una enorme broma. ¿Una broma sin gracia? Nosotros reiremos en cualquier caso.
¿Y los sueños? ¿Pueden nuestros sueños ser una ventana al futuro? Es más que posible. No porque adelanten acontecimientos, sino porque ellos saben lo que queremos hacer antes de que nosotros mismos lo sepamos. Soñamos con lo que más tememos y también con lo que más deseamos.
En “Watchmen”, Búho Nocturno tiene un sueño premonitorio donde se despoja de su “máscara de carne” para amar sin tapujos a Espectro de Seda, ambos envueltos en sus trajes de cuero y látex, sus auténticas pieles. El éxtasis del beso llega al caer una bomba nuclear, desatando el temido holocausto final.
En mi primer sueño, una chica me hacía una pregunta y yo le mentía. Me mentía a mi mismo en realidad. ¿Me preguntará alguna vez esa chica si la quiero o no? Realmente lo dudo. Como la mayoría de las mujeres que han pasado por mi vida, nunca sabrá si la amé. En este caso concreto, la pregunta me la estoy haciendo a mi mismo: ¿me estoy enamorando de esa persona? Qué más da. Eso es algo que no cambiará el futuro.
En mi segundo sueño, cogía en brazos a un recién nacido. Un bebe que no era otro sino uno de mis maestros. Viejo y joven al mismo tiempo.
No voy a especular ahora sobre el sueño citando a Freud o Jodorowsky (que curiosamente firmaba ayer ejemplares de su manual de psicomagia en Madrid). Tan sólo pienso en el paso del tiempo y de cómo nos afecta. Pienso en la relatividad del tiempo y de la edad. En este momento, servidor ya no es joven pero tampoco mayor. Ya no soy un adolescente pero tampoco un hombre.
Benjamín Button era alguien cuya apariencia exterior era todo lo contrario a su sentir interior. Por su parte, el Doctor Manhattan es un ¿hombre? que no envejece, aparentando 30 años eternamente, pero sin sentirse identificado con ninguna edad.
Servidor, como el resto de los mortales, salió de ese cine más viejo de como entró. Y en silencio, bajando por las largas escaleras de metal, me preguntaba si alguna vez daré las gracias por mi destino. Si volveré a ver a ese maestro, o sabré qué responder a la pregunta de esa chica.
-“Nada termina nunca”
“Watchmen”
“- Nada dura eternamente.
- Hay cosas que sí.”
“The Curious Case of Benjamín Button”
Dragon Ball (des)Evolution (o Dragon Ball O-GT)
jueves, 26 de marzo de 2009
miércoles, 25 de marzo de 2009
Ante la crisis, noticias frikis
Para empezar vamos a comentar una noticia que muchos de ustedes nos estaban pidiendo a gritos, y es que el pasado 14 de marzo se subastó por tan sólo 317.200 dólares (unos 245.796 euros de nada), un ejemplar del número 1 de Superman. Fue vendido al precio más alto pagado hasta ahora por un cómic, y el comprador fue ni más ni menos que John Dolmayan, batería del grupo de metal "System of a Down" y propietario de Torpedo Comics (no puedor, no puedor).
Y es que la crisis puede afectar a todos los bolsillos, sectores económicos y países del mundo, pero nunca afectará a los frikis, pues su dinero es sólo eso, dinero con el que poder adquirir caras copias y aun más caros originales de productos relacionados con su
Si quieren leer la noticia completa, pueden hacerlo aquí, aunque nosotros queríamos destacar la parte en la que el propietario de la casa de subastas virtual a través de la cual se realizó la venta dice que a partir de pujas de 25.000 dólares se requiere del potencial comprador determinada información bancaria para evitar fraudes y comprobar que la oferta sea real. Y tras esto dice: "Sin embargo, la persona que en la recta final de la subasta estuvo compitiendo con el ganador era un reputadísimo y muy serio coleccionista de cómics al que no hubo que pedir credenciales" palabras que nos hacen sospechar de alguien… Por si acaso tenga cuidado con su número uno, señor Dolmayan, que seguro que Nicolas Cage anda al acecho.
Seguimos con más noticias escalofriantes que nos hacen pensar en lo mal que está el mundo. Según leemos en el 20minutos, un bombero de Tailandia ha salvado a un niño autista de un incendio, cosa que no tiene nada de raro y mucho de loable. Pero es que resulta que el bombero iba ¡¡DISFRAZADO DE SPIDERMAN!! Y lo mejor es que el sargento de los bomberos declaró que "el bombero guardaba un disfraz de Spiderman en su taquilla, que empleaba habitualmente para amenizar los ensayos anti-incendios." Toma ya alarde de frikismo.
Claro que lo de este no es nada si lo comparamos con la noticia que nos encontrábamos el otro día en el 20minutos (dónde si no) y que decía que Nápoles cuenta con su primer superhéroe, Entomo (aquí tienen su Myspace).
El colega, harto de ver que Nápoles "se está volviendo loca" y que "necesita alguien que la proteja", se enfundó sus mallas y salió a que el resto de los napolitanos se partieran el ojete de él.
Y al poco me entero de que no es el único y de que existen hasta varios grupos organizados que operan por diversas partes del mundo, pero sobre todo, en Estados Unidos. Estos vigilantes enmascarados son personas anónimas, semianónimas o conocidas (por sus vecinos mayormente) que se dedican a combatir el crimen con sus habilidades (?), defienden causas benéficas y luchan para proteger el medio ambiente. Pueden verlos junto con sus "poderes", trajes y varios datos más en la web Super Hero Registry. Échenle un vistazo y dígannos cual es su favorito, el mío es Sombra Liebre (Shadow Hare, no confundir con Pata Liebre, que ese es de aquí), sin ninguna duda. Y ¿por qué no?, aprovechen y apúntense a defender sus ciudades, barrios o pueblos como justicieros por encima de la ley y el orden policial establecidos.
No me digan que ahora no van a dormir más tranquilos, con frikis como estos el mundo está completamente a salvo.
Y para terminar, les dejo esto:
Bunkeros saludos.
PD: Las noticias que contiene este post nos han sido remitidas por varios de nuestros lectores y amigos. Daros por agradecidos, vosotros ya sabéis quienes sois.
martes, 24 de marzo de 2009
lunes, 23 de marzo de 2009
Las recreativas que nos marcaron Vol. I
En primer lugar, hablaré de la 1ª recreativa que descubrí en el barrio, en principio la que más horas consiguió arrancar de mis maltrechos bolsillos (los de mis padres, claro). Por mi zona no había centros comerciales, ni recreativos, ni nada interesante (alguien decía de haber visto alguno, pero sólo eran leyendas urbanas), estaba todo a medio construir, calles a medio asfaltar (pese a estar en Madrid), pero el aperitivo de mis padres nos llevó a un lugar en el que descubrí un mueble en posición horizontal (jamás había visto uno de estos), basado en el deporte rey (en la época en que el furbol me parecía el mejor invento), creo que no podía existir nada mejor para el mediodía del sábado... unos sonidos que ríanse de los subwoofers actuales, retumbaban por todo el bar y unos pocos chavales se arremoliban para ver... esperaba pacientemente el turno para disfrutarla, hasta que un funesto día, desapareció:
La siguiente es más conocida, creo que no tanto como el Buble Booble o el Pang, pero imagino que la habrá jugado todo el mundo. Estaba yo por Denia, hace mucho, lugar que actualmente no pisaría salvo que se produjera un holocausto zombie y pidieran mi ayuda para acabar con la plaga. No conocía a nadie por allí, pero acabé en unos recreativos descubriendo el mítico Street Fighter II (jamás olvidaré los bramidos de los elefantes en la pantalla de Dahlsim, insufribles), cuando no lo conocía mucha gente y muchos otros ARCADES, entre ellos la máquina que nos ocupa. Traía de cabeza a tod@s l@s valencian@s, que no dejaban de inventarse palabras por cada icono en pantalla... jugué mucho aquella vez, pero no entendía lo que debía hacer, porque todas las indicaciones de las gentes del lugar llevaban esas extrañas palabras que parecía se iban inventado sobre la marcha... sólo recuerdo una frase que me dijeron (y me dejó impactado): un chaval no paraba de repetir la frase "le han follao" cada vez que me mataban...
En tercer lugar y casi en el primero de mi corazón, un juego que descubrí en Menorca, cuando fui con mis padres y un amigo del colegio de vacaciones... fuimos unos sanguijuelas, racaneando monedas de 25 pesetas a mis comprensivos padres, pero es que el vicio fué indecible. Matar ninjas con un compañero era todo el argumento que necesitábamos... sólo dos palabras, Bad Dudes!!!
Fotogramas inmortales Vol. III
Aunque es una película cuya historia te atrapa y te encandila gracias a su sorprendente fuerza visual, y que además contiene algunas imágenes que se te quedan grabadas en la retina durante mucho tiempo, personalmente me encantan las escenas en las que vamos descubriendo que el brazo de Harry (Jared Leto), está sufriendo una dolorosa “metamorfosis” (cuyo final no voy a desvelar aquí para no destripárselo a nadie), componiendo una cruda metáfora, a la par que una moraleja, de toda esta historia de sueños rotos.
Miedo y Asco en las Vegas (Terry Gilliam, 1998)
Drogas y más drogas, alcohol, desenfreno, locura… este extraño experimento fílmico nos muestra a dos tarados en caída libre directa al infierno, un infierno que está tanto dentro como fuera de ellos. Una escena de lo más impactante es en la que Raoul Duke (Johnny Deep), aparece completamente colocado de las más diversas sustancias tóxicas (como en casi toda la película), en el bar de hotel y ve que toda la clientela se ha convertido en monstruos, mientras piensa “Estaba en medio de un jodido terrario y alguien les estaba dando alcohol a esos bichos cabrones. No tardarían mucho en hacernos pedazos.” Magistral.
Poltergeist (Tobe Hooper, 1982)
Lejos de su valor cinematográfico, esta película marcó mi infancia y parte de la adolescencia gracias a esa escena en la que el enorme árbol que hay frente a la casa es poseído por los espíritus y trata de comerse al pequeño Robbie Freeling (Oliver Robins). Les juro que me pasé un montón de años durmiendo con la persiana bajada (incluso en verano) para no ver los árboles que tenía enfrente, por temor a que alguno estirase las ramas y me cogiese...
El Sargento de Hierro (Clint Eastwood, 1986)
Clint Eastwood siempre ha sido mucho Clint Eastwood. Nos lo demostró en las películas de Harry el Sucio y nos lo sigue demostrando con joyas como Gran Torino. Duro, mal hablado, peligroso, pero con un gran corazón. Aún así me quedo con las burradas que suelta su personaje en esta película, sobre todo con la escena en la que entra al barracón donde está el grupo de reclutas a sus órdenes y se presenta lanzando el radiocasete de estos contra el suelo y diciéndoles: “Soy el sargento de artillería Highway. He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos. Bien, el mayor Powers me ha dado el mando de esta sección de reconocimiento. Os voy a hacer falta hasta para haceros una paja. Os lo aseguro.” Toda una declaración de intenciones.
La Princesa Prometida (Rob Reiner, 1987)
No sabría por donde empezar, pues como dice Peter Falk (aka Colombo) al principio de la película, esta historia tiene “esgrima, combates, torturas, venganzas, gigantes, milagros, persecuciones, fugas... amor verdadero...milagros...”, es decir, de todo, y como tal se me hace harto complicado quedarme con una sola escena. Pero si he de hacerlo, sería con la de Iñigo Montoya (Mandy Patinkin), mirando desafiante y por primera vez a Westley/el pirata Roberts (Cary Elwes), el hombre que cree que es el auténtico asesino de su padre, y le dice su famosa frase (y leitmotiv): “Mi nombre es Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, disponte a morir”, tras lo cual comienzan a batirse en duelo a muerte. Épico a más no poder, ¿no creen?
Sin Perdón (Clint Eastwood, 1992)
De nuevo Clint Eastwood en lo que para mí es uno de los mejores westerns que existe. En él, Eastwood, que interpreta al pistolero William Munny, busca sacarse unas perrillas currando de cazarrecompensas, hasta que le putean. Y Clint la monta pero bien montada. Memorable es la escena en la que se enfrenta a Gene Hackman y le dice: “Así es, he matado mujeres y niños, he disparado sobre cualquier cosa que tuviera vida y se moviera. Y hoy he venido a matarle a usted por lo que le ha hecho a Ned. Será mejor que os apartéis.” Y es que si le tocas los huevos a Clint, se lía.
El Ente (Sidney J. Furie, 1982)
Otra película de terror, ésta (supuestamente) basada en hechos reales y casi olvidada excepto por algunos nostálgicos como nosotros, también consiguió ponerme los pelos como escarpias durante mi más tierna juventud. La escena de la violación a la protagonista (soberbiamente interpretada por Barbara Hersey), por parte del Ente es algo, simplemente, espectacular e imborrable. No recomendable para personas impresionables.
sábado, 21 de marzo de 2009
Descubrimiento zoológico
¡Niños, esto es como ver a un pájaro dodo vivo!
viernes, 20 de marzo de 2009
¡Que no soy un friki, j*der!
Ella- “No me puedo creer que no hayas leído nada de “Sandman”. Porque yo leo muchos cómics pero tú, con lo…”
Yo- “¿Con lo FRIKI que soy? ¡Te mato!”
Ella- “Ayyyyy…”
Menos mal que esta chica sabía lo que había y no cometió la temeridad de colgarme la etiqueta de FRIKI, término que odio con toda mi alma. Ella sabe que nunca, NUNCA, se me tiene que llamar así si no quieres que se encienda mi ira. Primero porque a día de hoy, friki es un término totalmente paleto y ofensivo y segundo porque YO NO SOY NINGÚN FRIKI.
Bien claro lo han dejado los dioses BRUTTOS en uno de sus últimos números así que yo seré muy breve centrándome en las diferencias entre ser un friki (comiquero rolero mangaka de mierda para más concreción) y simplemente, ser alguien con conocimientos que van más allá de la “cultura oficial” y el descerebre del entretenimiento de masas.
- Un friki adora sagas cinematográficas como “Star Wars”, “Star Trek”, “Matrix”, “Underworld”, etc, etc… Por supuesto, conoce el nombre de hasta el último extra, colecciona todos los muñecos que puede de cada film, se sabe los diálogos de memoria y pone a parir cualquier cambio en la saga por parte de gente novel en los foros de internet. Su sueño es ir a alguna convención yanki sobre el tema o aparecer como extra en alguna de esas películas. Eso cuando no rueda sus propios cortos basados en los films citados.
- Servidor no se sabe NI UN PUTO DIÁLOGO de esas películas. Es más, soy incapaz de comprender como alguien puede ir vestido de Luke Skywalker por la calle y luego ser capaz de mirarse al espejo por las mañanas sin morirse de la vergüenza.
- Las quedadas. El friki no suele tener amigos. Y si los tiene, son todos tan frikis como él, ya que nadie más le soporta. A esos amigos los suele conocer por internet, participando en foros, chats y chorradas similares, como las quedadas masivas en el centro de alguna ciudad para montar algún pollo o jugar al rol en vivo (esto ya en zonas realmente más apartadas ). Destacan por méritos propios quedadas del tipo “Día del Orgullo Friki” o “Día del Orgullo Zombie”. El último objetivo del friki es conocer al amor de su vida, vestida de algún personaje manga o algo así, y quedarse con ella encerrado en casa viendo películas hasta el fin de sus días.
- Bueno, vamos por partes. Yo jamás participaré en ningún puto foro de esos petados de banners chirriantes, gifs animados y palabras tipo LOL. Hay que ser un pobre tarado para estar metido en esa mierda. Es más, cuando tengo que entrar en alguna tienda donde venden cómics, procuro hacerlo siempre entre semana o en horarios extraños para evitar cruzarme con ningún grupo de bichos.
Sobre las quedadas… En fin, yo ya tengo amigos reales, gracias. Y ninguno sabe hablar klingon ni va por ahí con camisetas de Naruto. Llevar una camiseta de Naruto está por debajo de llevar una riñonera o una svástica en la escala de atentados textiles.
Y sobre las novias frikis… Prueba de que yo jamás seré uno de esos bichos es que preferiría tener la enfermedad del hombre árbol antes de salir con una lectora de cómics manga o una jugadora de rol. Una vez me intentaron arrimar a un par de esas elementas y por poco si salgo tarifando de la peor manera. Ya sabéis que, como dicen en Muchachada Nui, la estación que va después de la pedantería es la del bofetón. Pero qué gente más intratable y más alejada de la realidad.
- Un friki está más que pendiente de ver todo tipo de series de televisión vía internet. Me refiero por supuesto a series como “Perdidos”, “Héroes”, “True Blood”, “Dexter”, “Big Bang Theory”, “Cómo conocí a vuestra madre”…
- Servidor no ha visto NI UN PUTO CAPÍTULO de esas series. Y ni falta que me hace. Lo más parecido a una serie de ciencia ficción que he visto en los últimos cinco años ha sido “El Inquilino” con Jorge Sanz.
- Las habilidades sociales del friki son verdaderamente pobres. ¿Alguna vez habéis visto como se divierte un friki cuando no está jugando al “Dragones y Mazmorras” o en el estreno de “Sin City”? Hacen cosas como cenar en el Foster Hollywood, tomarse unas coca-colas (casi ninguno bebe alcohol ni tolera ninguna droga) en algún garito de heavy metal o ir a conciertos estilo Power Metal o Visual Rock japonés.
- Servidor sólo concibe la diversión cuando posee un elemento de caos, sexo, destrucción, excesos o todo al mismo tiempo. Me refiero a cosas como tener a gente en pelotas por el salón o la piscina, gente culeando en baños y cocinas, vomitonas varias, uno que se rompe el brazo, otra que se pone a llorar y le da la paranoia, una puerta que se rompe y sangre por todo el suelo, cds volando por la ventana, espabilina desperdigada por la alfombra, una cama tronchada durante una pirámide humana, la policía entrando por la puerta... Todo experiencias vividas por quien escribe. Eso un friki os puedo asegurar que no lo hace.
Y para finalizar, una batería rápida.
- No veo anime ni cine fantástico japonés con fansubs.
- Soy un cero a la izquierda en informática.
- No he leído “Juego de Tronos”, ni “Death Note”, ni “One Piece”.
- No juego al “Warhammer” ni a nada que se le parezca.
- No pinto figuritas de plomo.
- No me gusta Emily Strange.
- No veo series hechas para internet.
- No tengo figuritas de chicas manga.
- No imito movimientos de personajes de videojuegos. Es más, no juego a ningún videojuego.
- No voy a comer a restaurantes finolis japoneses.
- No voy a karaokes a hacer el subnormal.
- No hago coreografías.
- No me emociono y me pongo a pegar voces cuando entro en una tienda de cómics.
- No soy fan ni de Lobezno, ni de Neo, ni de Vegeta ni de Santiago Segura.
- No llevo camisetas estilo Torbe, ni con emoticonos, ni con superhéroes.
- No me llevo bien con casi ningún tipo de tecnología punta.
Lo más friki que hago es escribir en este blog. Y cuando puedo, siempre aprovecho esta plataforma para denunciar esta idea absurda que tiene la juventud de ahora de que ser friki es algo que mola. ¡Qué triste!
jueves, 19 de marzo de 2009
¿Ha sido un sueño?
A veces no merecen mención, a veces son mejores que una buena historia o una buena peli, lo que pasa es que dificilmente podremos sacar nada en claro al día siguiente, ¿Cómo explicar toda la historia cuando sólo quedan algunos retazos en la memoria?
El sueño de esta noche ha sido de esos. De los que te dejan pensando porque te convencen de que todo aquello no ha salido de tu mente, sino que lo han puesto ahí y tú lo has vivido mientras dormías:
Había quedado con una amiga y esta acababa de ver una peli de no se qué director comprometido, pero con bastante presupuesto, que se llamaba Hiroshima. El caso es que me la ha empezado a contar y he flipado... contaba la verdad detrás de todo lo que ocurrió en Japón
alrededor del año 45 y toda la trama alrededor de aquel "suceso", pero de forma muy artística. He ido viendo a gente, conocidos, amigos y todos hablaban maravillas sobre ella, que si en las noticias se había hablado largo y tendido, que el gobierno americano de Bush (ahí mi mente se ha columpiado), había intentado vetarla por difamatoria, etc...
Luego me he molestado en comprar una entrada y esperar pacientemente la proyección...
Pero ya se sabe, cuando en un sueño uno se va acercando más y más al momento de desvelar lo más interesante, la mente (que se queda sin guión), despierta, y claro, no tienes a nadie a quién echarle la culpa...
Para que no te aburras, Chocolates.
miércoles, 18 de marzo de 2009
Red Sonja
ACTUALIZADO
Lo tiene fácil para superar la anterior,... aunque aquella tenía momentazos y míticos fallos de racord.
martes, 17 de marzo de 2009
Fotogramas inmortales Vol.II
Memento (Christopher Nolan, 2000)
Fight Club (David Fincher, 1999)
Lost Highway (David Lynch, 1997)
The Royal Tenenbaums (Wes Anderson, 2001)
eXistenZ (David Cronenberg, 1999)