jueves, 27 de agosto de 2009

Monstruos 2ª Parte

El otro día hablamos sobre cuan terrible podía ser el hombre para si mismo,... hicimos una lista con los 5 tipos más duros que hayan cruzado un campo de batalla y hoy continuaremos con el segundo y primer puesto de ese Top, aunque no lo crean, aun puede ser peor:

Vamonos a la cantina York, que hoy me apetece churrar

2. Alvin York

Alvin York era descendiente de auténticos paletos de Tennessee (estoy seguro de que se escribe así, por que cuando lo escribieron estaban catando su magnífico whiskey), un joven que pasaba las tardes/noches, bebiendo y montándola en los bares. Un determinado día, su mejor amigo falleció debido a una de estas reyertas y como consecuencia, se hizo pacifista, no queriendo involucrarse en nada de carácter violento. Pero en 1917 le llegó una carta para hacer el servicio militar, se hizo objetor de conciencia, pero lo denegaron y embarcó rumbo a su entrenamiento.

Un año después, en plena 1ª Guerra Mundial el era uno de los 17 hombres encargados de infiltrarse y tomar un nido de ametralladoras acorazado, que guardaba unas vías de ferrocarril en posesión de los alemanes. A medida que avanzaron fueron localizados por el enemigo, el cual abrió fuego, convirtiendo en jirones a 9 de aquellos hombres. El resto huyó despavorido en busca de alguna cobertura, dejando a York frente a 32 ametralladoras, haciendo gala de un valor sin igual y de unos huevos como cocos.

Según su propia descripción a través de su diario:

"No tuve tiempo ni de esconderme tras un árbol ni de cubrirme con la maleza, ni siquiera para arrodillarme o tumbarme. No tuve tiempo más que para observar a los alemanes con sus ametralladoras y dar lo mejor de mí mismo. Cada vez que apuntaba a un alemán lo derribaba. En un principio estaba bocabajo haciendo mis disparos, tal y como lo hacíamos en mi tierra, en las montañas de Tennessee. Los alemanes estaban a esa distancia, pero además eran blancos más grandes y no fallaría al acertar en la cabeza o el cuerpo, y no lo hice."

Después de derribar a 20 hombres, el capitán alemán escogió a cinco de sus hombres para intentar flanquear a su solitario enemigo. York sacó su colt del 45 y con tan solo 8 balas, se deshizo de todos, gracias a la práctica que cogió "disparando a pavos salvajes en mi tierra".

El teniente Paul Yurgen Vollmer preguntó a gritos si ese tal York era inglés. Debido probablemente a que los americanos no eran muy valorados en la 1ª Gran Guerra, considerados unos novatos. Vollmer debía pensar que aquella mala bestia inglesa estaba enseñando a los americanos cómo se lucha en combate, cuando se enteró de su origen gritó: "Dios mío, si dejas de disparar, podré hacer que se rindan".

Diez minutos después 133 hombres caminaban hacia lo que quedaba del escuadrón de York, el teniente Woods pensaba que aquello era un contraataque alemán, hasta que pudo divisar a York al frente saludando. Al llegar dijo:

- "Cabo York, informe de prisioneros, señor".

El sargento preguntó - "¿Cuántos?"

Y el cabo contestó - "Sinceramente teniente, no lo sé".

Para que luego os fiéis de la gente que se hace llamar pacifista u objetor de conciencia, al final son los más peligrosos.

Ni Mickey Rooney era tan canijo...


1. Audie Murphy

El caso de Audie Murphy se alza hasta el primer puesto porque a veces, incluso cuando la genética nos indica que no hay remedio, el tesón humano es más poderoso que cualquier otra cosa.

Cuando nuestro último protagonista se alistó en los marines en 1942, con tan solo 16 años, con una estatura de 1.65m y 50 kg. Se rieron en su cara y él se intentó alistar en la fuerza aérea, de donde también le rechazaron. Finalmente se alistó en el ejército regular donde le admitieron ya que siempre hacía falta un poco más de carne de cañón. No era especialmente dotado para el combate e intentaron transferirle a la cocina, bastante antes de completar su entrenamiento. Él insistía que quería luchar duramente, así que le enviaron al frente.

Durante la invasión de Italia fue ascendido a cabo gracias a sus increíbles habilidades de disparo, pero contrajo la malaria, enfermedad que mantuvo durante todo el conflicto, y por si alguno no es consciente, la malaria es como una gripe, pero más dura, y si no se descansa lo suficiente y se trata convenientemente se puede palmar.

Más adelante, en 1944 fue enviado al sur de Francia. Toparon con un nido de ametralladoras alemana que decía haberse rendido, posteriormente, dispararon a su mejor amigo y Murphy entró en estado berzerker asesinándolos a todos, tomando la ametralladora y acribillando a todo bicho viviente en un radio de 100 metros, incluyendo otros dos nidos y unos cuantos francotiradores. Le entregaron una cruz al servicio distinguido y lo ascendieron a comandante de sección mientras sus compañeros se disculpaban por llamarle "pequeñín".

Medio año después, su compañía tenía la misión de proteger Colmar Pocket, un emplazamiento de importancia estratégica en Francia. Tan solo quedaban 19 hombres de los 128 iniciales y un par de tanques M-10 Destroyer.

...ni los gitanos llevan tanta mierda en la camioneta


Los alemanes se presentaron con un buen puñado de hombres y 6 tanques. Murphy y sus hombres se escondieron en una colina y enviaron a los M-10, los cuales acabaron hechos trizas. Viendo esto, a continuación este joven alfeñique con malaria corrió hacia uno de los M-10 destrozados, subió a la ametralladora del 50 que encabeza y empezó a deshacerse de todos sus enemigos. No olvidemos que el tanque no solo estaba destrozado, sino que ardía de mala manera y tenía el depósito de combustible lleno. Se mantuvo una hora en aquella trampa mortal hasta que no quedó nadie en pié y volvió con sus desconcertados hombres, mientras el tanque explotaba al fondo en lo que podría ser una imagen más que digna de "Michael BayXplossions".

Recibió todas y cada una de las medallas que se le pueden dar a nadie, incluyendo algunas repetidas y algunas francesas y belgas.

Al terminar la guerra, nuestro pequeño héroe sufrió un trastorno ocasionado por la guerra, y le recetaron un antidepresivo, Placidyl. Tras volverse adicto a este fármaco, en lugar de entrar en algún programa de desintoxicación, sacó toda su sangre fría y se encerró en una habitación de motel durante una semana hasta que lo superó.

Posteriormente escribió una autobiografía "Regreso del infierno" que fue adaptada al cine, donde podemos ver a nuestro buen amigo protagonizar su propia historia, la cual, a petición de él mismo, sufrió algunos recortes en el guión, por miedo a que el público no creyera una historia tan inverosímil. Fue la película de más éxito de la Universal quien tuvo que esperar 20 años hasta que "Tiburón" la desbancó. Tuvo que ser un tiburón blanco gigante y antropófago el que pudiera superar al bueno de Murphy.

Chúpate esa Rambo!!!

Y hasta aquí esta selección del Bunker sobre los 5 tíos más duros que han desfilado por un campo de batalla.

Info: Sinceramente, existen datos de otros muchos tipos al mismo nivel pero la lista podía ser muy larga. El orden no tiene porque ser, el nivel de su valor... la aventura de Audie Murphy esta en primer lugar porque tiene gracia la talla, el peso y haber contraído la malaria, tiene pinta de ser toda una proeza. El finlandés Simo mato a más soldados que ninguno y era un simple granjero, por ello podría estar también en el primer puesto (merece una peli, eso seguro), así que el orden no es para nada algo oficial. Pueden dar su opinión al respecto en los comentarios.

Bunkeros saludos

3 comentarios:

Doctor Proctor dijo...

El objetor de conciencia asesino y el enano comehombres que se interpretó a sí mismo en la gran pantalla... Madre mía, estos tipos eran el no va más.

Tropezón dijo...

No hay que olvidar a otro cabronazo de aupa:Carlos Hatchcock “White Feather” -pluma blanca-, que en Vietnam, en plan Rambo, hizo algunos blancos a más de 2 km.

Mauro Picotto dijo...

toma geroma, a 2 km, menudo lince... gracias por el apunte, Tropezón.