Eso es lo que pensamos al ver esta imagen desoladora, pero muy evocadora en el lugar en el que antiguamente se encontraba el restaurador más grande que el
Bunker ha visto:
A.P.O.
Desinflado, como el negocio. Y es que si esta imágen no te dice que la fiesta se ha acabado, nada lo hará...
Claro que después vino lo peor, porque el menú rumanoserrano que presidía el local era...
¡¡Para mear y no echar gota!!
Vuelve, A.P.O., ¡¡VUELVE!! Los bunkeros te echamos de menos.
3 comentarios:
Lo que tiene que volver es el A.P.E!!!
En cuanto a lo de "Hamon Serano", lo único que demuestra es que la integración de los inmigrantes es algo que va a tardar mucho en suceder.
Y para cuando los rumanos sepan escribir a nivel básico español, los españoles ya no sabrán ni escribir!! Al paso que va la incultura del país, y los resultados académicos de los chavales, España se va a ir a tomar por el culo.
Me pasó lo mismo con un bar de Charrilandia, que cerró por jubilación. Qué pinchos, madre, qué pinchos.
Guardemos un minuto de silencio.
Pasé el otro día por allí y estuve a punto de hacer esa misma foto al menú.
El "qeso" tampoco tiene desperdicio...
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