FNAC Callao, domingo 21 de diciembre de 2008, planta 2ª (películas y música), sección fantasía/ciencia ficción. Buscando películas de Ciencia-Ficción de los años 40-50 para olvidar ese bodrio de remake que es “Ultimátum a la Tierra” junto a mi buen amigo Cañibator, no pude evitar escuchar una conversación entre un cliente y una trabajadora del establecimiento. Pónganse en situación: hombre enjuto (mojamuto), de unos treinta y muchos años, pelo churretoso en el que se vislumbra una calvicie incipiente, gafas de culo de botella y vocecilla aguda, nasal y taladrante. Con dos ediciones de “Star Wars” en la mano, para a nuestra aguerrida heroína para preguntarle acerca de los diferencias entre los contenidos de ambas ediciones. La chica, amablemente, se lo explica, y con una sonrisa se dispone a marcharse a otro sitio en el que se requiera de sus servicios. Pero contra todo pronostico, el extraño hombrecillo insiste: “¿Pero cuantos DVDs trae está caja? Porque en esta otra edición pone que hay 2, por lo tanto si vienen 2 por cada película, tienen que venir 6 en total”. “Sí, creo que eso es lo que trae”, responde la chica, intentando librarse de él. “¿Pero son los mismos extras?”, contraataca él. “Pues no sé, imagino que sí”, responde ella. “Ya,” -reflexiona el cliente- “pero alguna diferencia habrá, ¿no? Porque el precio es diferente.” La expresión de la chica comienza a cambiar, y dice “Mire señor, no lo sé”. “Bueno, pero ¿me podría decir sí las carátulas que traen las películas de la caja son las mismas que las de la edición normal?”. Y esta conversación se extendió durante otros 10 minutos, con la cara de la pobre empleada palideciendo un poco más ante cada nueva pregunta. Gracias a esta escena creo que lo he cogido, la Navidad significa ser pacientes y comprensivos con los demás.
Miercoles 24 de diciembre, Nochebuena, en casa de mis padres. Mi hermana me comenta que ha visto en “Sé lo que Hicisteis” la noticia de que el Skylar Deleon, actor que interpretó al Power Ranger Rojo, había sido detenido por cometer un triple asesinato, y no precisamente de Masillas. Ante la frikez que encierra el asunto, me pongo a hacer mis pesquisas internáuticas y me doy cuenta de que esta noticia data del 22 de octubre. Investigando un poco (muy poco) más, me entero de que el susodicho acusado NUNCA había interpretado al Power Ranger Rojo, sino a un extra que apareció ¡¡EN UN ÚNICO CAPÍTULO!! Pero lo mejor del caso es que la noticia fue emitida el día 24 de diciembre en una repetición de los mejores momentos del programa… Bravo, gente de La Sexta, estaba equivocado, gracias a vosotros me he dado cuenta de que la Navidad significa enviar una información veraz y contrastada a todos y cada uno de los hogares de España. ¡¡La Información ha muerto!! ¡¡Larga vida a la Información!!
Lunes 29 de diciembre de 2008, esquina de la Plaza de Callao con la Calle Preciados, exterior del edificio de la FNAC (de nuevo). Entre la ingente multitud que se agolpa ante los escaparates, la gente que recorre la calle a gran velocidad entre gritos de júbilo y jolgorio o la que pasea con una estupida sonrisa y con una peluca de color rojo con los pelos de punta aun más estupida sobre su cabeza, vislumbro una mesa de fornidos hombres vestidos de azul. En la espalda de su uniforme se puede ver la leyenda “Bomberos Ayuntamiento de Madrid”. Y veo lo que hacen allí, que es anunciar a voces, como verduleras de mercado, que venden el calendario en el que salen ligeritos de ropa. “El calendario de los bomberos, calentito, calentito”, grita uno de ellos. Sigo avanzando y veo que otro de los bomberos se encuentra un poco por delante del resto de sus compañeros, conversando animadamente con un joven en una silla de ruedas. Contemplo la alegría y el orgullo pintado en el rostro del joven al hablar con uno de estos nobles y heroicos hombres. Y al pasar por su lado, escucho como el bombero le dice “No, si yo no soy bombero”. Y veo como una mueca de disgusto contorsiona la cara de nuestro protagonista. Mientras yo, paralizado por la escena, sintiendome como Ebenezer Scrooge, contemplo como acto seguido nuestro joven héroe se despide del falso bombero, pone en marcha su silla de ruedas y se pierde, cabizbajo y decepcionado, en un horizonte inundado de compradores compulsivos. Ahora si que lo tengo claro, la Navidad significa realmente llevar la ilusión a nuestros semejantes y no defraudarlos nunca, sobre todo si ves la fascinación pintada en sus ojos.
Eso es lo que he extraído yo de la Navidad, por lo menos de momento, que todavía nos quedan unos cuantos días.
En fin, cuéntennos sus propias experiencias navideñas traumatizantes y que tengan una feliz
¡¡Nos vemos en 2009!!
Momentos anteriores:
- 10 momentos vergonzantes en un cine (Momentos Vergonzantes Vol. VIII)
- Momentos Vergonzantes Vol. VII
- Momentos Vergonzantes agosto/septiembre (Vol. VI)
- Momentos Vergonzantes Vol. V: Los Tatuajes Chinos
- Momentos Vergonzantes Vol. IV
- Momentos Veraniegos (Momentos Vergonzantes Vol. III)
- Momentos Vergonzantes Vol. II
- Momentos Vergonzantes Vol. I