viernes, 18 de diciembre de 2009

Juguetes y Bunkeros: Una combinación explosiva

Seguimos con juguetes y más juguetes, aunque esta vez de la mano de su buen amigo y aspirante a dueño del mundo, el Doctor Proctor.

Durante las últimas semanas de noviembre, a un mes para las navidades, el señor Lengua Negra y el que esto suscribe, acabamos investigando varias jugueterías para ver que nos ofrece esta industria de cara a la campaña navideña. En ellas descubrimos un filón increible del que sacar una gran cantidad de jugo para estas secciones que tanto les gustan a nuestros lectores del Bunker: Las dedicadas a juguetes y otras armas de control mental. Y este post no les defraudará, porque es la guía definitiva de compras jugueteras y versa sobre lo que mola y lo que no en los juguetes de esta temporada. Allá vamos.

Spiderman: Está claro que nuestro vecino y amigo arácnido ha molado y mola más que ningún personaje heroico. Por ello estas navidades le veremos en millones de jugueterías de todo el mundo, convertido en figura de acción, en lanzadores de telarañas y en miles de otros cacharros que los infantes desearán compulsivamente. Pero claro, cuando los directivos de las jugueteras se dan cuenta de que un personaje funciona y vende, se empeñan en que este tiene que molar más que nadie en el mundo y le colocan al volante de aberraciones como éstas:





¿Qué les ha parecido el parque móvil de Spiderman? No tiene nada que envidiarle al de ninguna escudería de fórmula 1, ¿verdad? Pues esperen, que todavía hay más:



Pero también pinballs, puzzles y miles de tonterías más...



Definitivamente mola más la figura de Veneno con ese toque metalizado ultracool, para niños con esa vena sádica pero entrañable que tanto nos gusta a los bunkeros.


Y sin coche, que no le hace falta. Nosotros nos lo pedimos.

Pero si hay un personaje superheroico que ahora mismo lo tiene todo para acabar en las juguetecas de todos los pequeños monstruos que habitan nuestra piel de toro, ese es Lobezno. Y claro, las mentes preclaras detrás de grandes éxitos como My Little Pony Demolition Battle o Pocoyó Evil Possession nos presentan esta maravilla:


Me imagino a los publicistas: "¿Qué es lo que mas mola de Lobezno? Lo duro que es. ¿Y cómo sería más duro? Montado en una moto. No, una chopper, que es más dura. Pero una chopper no es lo suficientemente cool, necesitamos algo que lo haga aun más duro... Ah, ya sé, ¡¡pongámosle garras a la moto...!!" Auténtico Lobeznostorming...

Mola Ram: Muñeco basado en un personaje de la película "Indiana Jones en Busca del Templo Maldito", concretamente en este señor con pinta de bailarín de superproducción bollywoodiense:


El caso es que lo vimos en la parte de atrás de los blísters de una línea de figuras de acción horrorosas basadas en los personajes de las películas de Indiana Jones y vimos que era el único que merecía nuestra admiración (por cierto, huyan de las réplicas de Indy, se asemejan a José María Aznar con alopecia facial). Y nos pusimos a buscarlo como locos en todas las jugueterías que pisamos (que fueron unas cuantas) para al final darnos cuenta de que era imposible de encontrar por más que buscamos y rebuscamos. Y ustedes se preguntarán "¿Por qué?, ¿Qué tiene de especial un muñecajo de una película de hace casi treinta años?" Pues que sólo por tener ese nombre que esté agotado es lo más lógico del mundo. Pero es que además el muñeco se sale por la patilla. ¡Si hasta incluyen un corazón arrancado en llamas!. Ni en las mejores camisetas de Gun´s & Roses!

Que lo lleva, que lo lleva...

Mola Ram mola. Y mucho. 100% bunkerrecomendado.

Transformers: Los Transformers son una debilidad bunkera desde el día en que comenzaron a emitir la primera serie de dibujos animados en España, hace ya... yo que sé cientos de años. El caso es que hasta que no se estreno la película de Michael Bay, que nos devolvió la franquicia convertida en un producto para adolescentes lleno de jacas y de explosiones y a los robots convertidos en un extraño amasijo de hierros, era bastante dificil encontrar Transformers en las estanterías de las jugueterías de nuestro país, pero ahora se pueden encontrar por doquier estos robots transformables, aunque eso sí, de tres variantes: De la vergonzosa variante amasijohierril de Michael Bay:


Horroroso, ¿verdad? Menos mal que hasta en estas líneas de juguetes tan poco agraciadas hay honrosas excepciones como esta:

Los gemelos heladeros, nuevo juguete favorito del señor Lengua Negra

La otra opción en cuanto a muñecos transformables la encontramos en la línea de la serie de animación llamada Transformers Animated (¿acaso las otras no eran animadas?), en las que encontramos muñecos de estilo cartoon de lo más molón. Observen, observen:



Sin duda mucho más guays que los otros cachos de plástico que simulan cachos de acero retorcido. Nuestro favorito es este:



Lo destacamos porque es un robot gigante, se transforma en una furgoneta como la del Equipo A y además lleva una guitarra eléctrica que le da ese toque macarra-metalero que todo juguete bunkero debe tener. Creo que si lo veo por ahí me lo compro, pero pasa como con Mola Ram, que está agotado...

Para terminar con los juguetes transformables les vamos a mostrar la última opción, que consiste en una idea que de lo simple que es se convierte en genial: Mezclar superhéroes y robots transformables, para los que no se conforman con los superhéroes al uso ni con los transformers normales:




Hay cosas que es mejor no mezclar...

Aberrantes, ¿no es cierto? Pues mejor no les pongo fotos de la variante de Transformers Star Wars...

Claro que no sólo de figuras de acción transformables viven los frikis los niños de ahora, esta línea de juguetes también cuenta con cascos:


Yo mismo haciendo el monguer con uno de ellos...

Armas transformables:


Y cañones que montan una buena escandalera al dispararlos. Estamos seguros de que estos arruinarán muchas siestas paternales a partir de ahora:


Tortugas Ninja: Otro must have de estas navidades. Y no, no nos estamos refiriendo a esas tortugas descafeinadas que sacaron con motivo del estreno de la película de animación digital de los quelonios ni a esas otras que se intentan parecer a las del cómic original (y por ende son horrorosas). No señor, nos referimos a estas:


Eso es justo lo que parece, el regalo perfecto, señores: Una reedición tal cual de las auténticas y genuinas Tortugas Ninja de los años 80. Debería haber, como mínimo, una en cada casa.

Hámsters y cobayas S.A.: Y seguimos con animales, pero esta vez con hámsters y cobayas. Porque resulta que alguien quiere hacer a toda costa de estas criaturas similares a ratas personajes de acción deseables para la chiquillería. Y claro, les sale esto:


Pero aun así, el apartado destinado al público femenino infantil es todavía peor (y mira que es difícil):


Para que luego digan que para tener un Scalextric en casa hace falta mucho sitio...

Y ahora delvuelvo la conexión a los estudios centrales bunkeros donde se encuentra Lengua Negra, quien toma el relevo del informe. Adelante compañero.

Así es Proctor. Aquí Lengua Negra desde los estudios centrales para ampliar brevemente la información del post.

Comienzo mencionando ese tipo de figuras que tanto me gustan: pequeñas, horripilantes y poco conocidas.

Los Plasma Kreaps son una pandilla de 5-6 figuras de monstruos metidas en misteriosos cofres. Buen acabado y buena relación de calidad precio, que recuerda los tiempos de Monsters in my pocket o Mighty Max (¡grande!).

El siguiente item me espeluznó más que mil esqueletos aullantes juntos. Y no, no me estoy refiriendo al peluche GIGANTE de la hormiga Barrancas (que acojona de verdad) o una reproducción de las infantitas. Me estoy refiriendo a mister Iggle Piggle, el peluche protagonista de un programa infantil que no se si se verá por estos lares y que tiene pinta de ser más bujarris que el Teletubbie morado, figura que siempre nos invita a la polémica cada vez que la vemos, o no, a la venta en según que lares.

Pasado el susto inicial, terminé por apreciar este aborto del diseño, que tanto me recuerda al mítico Gumpy. Un ser cuya fealdad sólo es comparable a la de las mascotas olímpicas o el logo de una churrería de barrio.


Pupilazos dignos de una fiesta de Ricardito Bofil

Siguiendo con los peluches espeluznantes, es imposible no hacer referencia a los "dino-bebés" de PlaySkool. Con unos dientes y unos sonidos absolutamente pesadillescos, se me antojan como uno de los juguetes más feos que le puedes regalar a un indefenso niño. ¿Dónde coño está el defensor del menor cuando se le necesita? Claro, se delega toda la responsabilidad a la oficina del consumidor y a correr. Pues desde aquí les decimos a los fabricantes que acudan al consejo bunkero a la hora de lanzar sus productos. ¡Con nosotros como consejeros de dirección, les aseguro que les irá mucho mejor! Ni el fichaje de Tom Hanks en "Big" iba a salirles tan redondo.

¡Como para darles de comer!

En función de la aceptación del presente post, prometemos irnos a investigar muchos más juguetes pero esta vez en las tiendas comunmente conocidas como "los chinos", fuentes inagotables de productos tóxicos y potencialmente peligrosos para la armonía decorativa de cualquier hogar.

Hasta entonces, un cordial saludo de los reporteros más dicharacheros de consumolandia.

Este post ha sido realizado siguiendo los más estrictos controles de calidad jugueterobunkera. Ningún hamster o tortuga ha sido dañado en el proceso, pero si la mente de much@s dependientes de jugueterías...

3 comentarios:

Javi dijo...

Me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido, me lo pido y me lo pido.

El Anonimo Negro dijo...

Vaya mierdaca de juguetes que tienen lo niños de ahora, asi les pasa que desde que hablan piden play station.

Anónimo dijo...

¡Viva Mola Ram!